Muchas personas
durante su desarrollo personal
logran una posición dentro de su
trabajo que las obliga a tomar decisiones en forma frecuente e incluso de forma
tajante, muchas de estas decisiones
pueden llevar consigo
intimidación, amenaza, imposición o
firmeza.
Todo depende de las herramientas con las que cuente para relacionarse y para ejercer su liderazgo así como de su
autoestima.
Es probable que el
personal con el que cuenta se muestre poco cooperativo y ello le obligue a tomar acciones que no
desearía tomar, sin embargo la
actitud que tome va depender de que tantas herramientas tenga para poder
enfrentar estas situaciones que pongan a
prueba su imaginación y creatividad, la mayoría
opta por el camino más fácil que es el de la amenaza, la
intimidación o el chantaje, la pregunta
es:¿ es este el mejor camino para
lograr que se lleve a cabo los objetivos que se han marcado? ¿Son reales los objetivos marcados o solo
porque me dieron el puesto creo tener la autoridad para hacer que se logren?
Definitivamente hay una error si se piensa de esa manera , lo
primero que se recomienda es hacer objetivos que sean claros alcanzables y reales, pues muchas veces en un afán de
quedar bien se descuidan situaciones tan elementales como
el respeto la libertad de expresión , se margina la imaginación y la
creatividad haciendo que las cosas sean más difíciles de lo que
son impidiendo con ello que las personas colaboren, pero no solo
eso sino que esas mismas actitudes se llevan a casa como si los miembros de la familia fueran empleados o sujetos a
los caprichos de la pareja.
Ello solo causa enojo
resentimiento y distanciamiento y un deseo de no cooperar y estar lo mas lejos
posible de esa persona, que también despiertan
el deseo de no estar en casa o no colaborar en las actividades. Si bien es cierto que en una empresa
se requiere de colaboración, las personas que tiene colaboradores bajo su mando
también tienen ideas y pueden colaborar siempre y cuando
se les de la confianza y se
fomente un ambiente de camaradería en
lugar de sermones y amenazas constantes.
De igual forma llevarse estas actitudes a casa lo único que logran es distanciamiento y deseos de no colaboración e incluso de
divorcio.
El trabajo es un
medio para satisfacer nuestras necesidades , para realizarnos profesionalmente
en el ramo que sea, pero no olvidemos que también tenemos una vida familiar y personal que requiere de una actitud positiva compartida y de un consenso que nos permita disfrutar de la pareja y la familia, porque es más fácil encontrar
un trabajo que una nueva familia.
Dejar el titulo
colgado a la entrada y todos los compromisos del trabajo fuera de la puerta es
un principio saludable para recargar la pila y disfrutar de la familia y si no la hay , pregúntese ¿qué tanto
está influyendo su actitud en esa forma relacionarse que no se ha
consolidado lo que tanto desea?.
Hasta la próxima.
Dr. Fausto Gerardo
Rosas Nepomuceno
Psicoterapeuta
familiar y de pareja